Muchas costumbres y hábitos que hoy tenemos son resultado de las generaciones pasadas. Por eso es importante recordar y retomar aquellos consejos financieros que nos dejaron nuestras abuelas y abuelos.
“No hay mañana para las personas que anhelan el futuro y olvidan el pasado”.
—La Colina de las Amapolas (2011).
1. Organiza tus gastos en sobres
Nuestras abuelitas y alguno que otro abuelito tenían el hábito de organizar sus gastos fijos en distintos sobres para administrar mejor su dinero y no irse sobre los bienes. De esa manera, lo hacían rendir por más tiempo. El arte de saber gastar es la base principal para tener una salud financiera robusta.
Actualmente puedes tener tus propios sobres de manera digital. En Bankaool puedes hacer uso de los Cofres para separar tu dinero a tiempo y no tocar el cash destinado a cubrir tus principales gastos mensuales.
2. Ten un ahorrito extra
No es un secreto que nuestros abos (sí, así le digo a mis abuelitos) tenían siempre un dinerito guardado, casi siempre debajo del colchón o en un cajón secreto, para cualquier emergencia que pudiera surgir. Y aunque no era la mejor manera de proteger su dinero, ellos; a rajatabla, se alineaban al dicho: “persona prevenida vale por dos”.
Ahora a la tradicional acción de separar una cantidad de dinero de manera recurrente se le conoce como fondo de emergencia. Recuerda que tu fondo de emergencia debe estar siempre disponible, también puedes usar los Cofres para mantener siempre vivo ese fondo para cualquier emergencia que la vida te presente y hacerle frente con capacidad financiera. Por cierto, no te pierdas nuestro artículo “Construir mi fondo de emergencia”.
3. Compara precios
Ir al mercado o al tianguis era todo un ritual para nuestras ancestras. Además de tener siempre preparadas bolsas coloridas del mandado, ellas sí que no tenían pena de preguntar los precios de la canasta básica. Fan de preguntar más cuánto cuesta esto y aquello para poder gastar menos y ahorrar más.
Para ellas un básico era calidad-precio porque sabían que un peso vale más que no completar para los siguientes gastos que se vienen. Rompiendo con las creencias en las que mayoría de las personas cree que una moneda no puede desequilibrar sus finanzas personales. Pero cuando se juntan demasiados gastos chiquitos pueden transformarse en un problema financiero significativo. El gasto hormiga puede ser una plaga en tus finanzas.
4. Cuida tu dinero
Cuidar el dinero no era solo guardarlo. Para nuestros abos era tener un balance entre sus necesidades y deseos. Y aunque atravesaron temporadas inestables por el contexto económico de su tiempo, su carta principal era la buena administración financiera, no solo con el dinero; sino también con otros recursos como la electricidad y los alimentos. Practicaban el ahorro en especie.
Cuidar el dinero es saber que es importante no en sí mismo, sino por lo que puedes hacer con él. Evita dejar morir ese limón que ahora se seca en tu refrigerador y procura apagar y desconectar tus aparatos eléctricos, con el tiempo verás que los recibos de tus servicios serán más bajos. Sé sincero contigo y evalúa si es mejor solo ir a comer a la fondita que hacer gasto doble con la despensa.
Recuerda que tus servicios puedes pagarlos de manera directa en la app móvil de Bankaool sin ninguna comisión, así te ahorras tiempo y dinero.
5. Registra tus gastos
En un mundo paralelo, nuestras abuelas y abuelos seguramente fueron los primeros contadores. Sabían que era importante registrar sus gastos e ingresos y así tener visión de cómo estaban llevando sus gastos.
Entendemos que a veces traemos tantas cosas en la cabeza, o andamos con muchas preocupaciones financieras, que nos da pavor registrar nuestros gastos. Obvio que no vamos a llegar con el discurso de que las finanzas deben ser perfectas, porque eso es perfectamente falso: somos humanos e irracionales. ♥️
Entendemos que todas las personas llevamos poco tiempo aprendiendo de finanzas personales, incluso los expertos. Así que un paso a la vez, por eso comienza a registrar tus gastos diarios, ya que eso te ayudará a saber cuánto y en qué gastas en un día.