Para los seres humanos, las metas son ese efecto de transformación que nos hace salir de nuestro status quo. Son los objetivos que vamos logrando a lo largo de los años, lo que nos permite contar nuestras propias historias.
Aunque muchas veces las metas que logramos no parecen ser resultado de un plan, están ahí para recordarnos que somos capaces de darlo todo. Pero qué mejor que trazar la ruta para ser más conscientes de nuestros logros. Para ello, haremos uso del método SMART.
“El método SMART te ayuda a focalizar tus metas, manteniendo presentes tus objetivos iniciales, lo que te permite darles seguimiento y llevar a cabo acciones para cumplirlos. Definir objetivos hace que dirijamos nuestras acciones y esfuerzos hacia lo que queremos conseguir”.
Diseña tus metas financieras con el método SMART
Si lo piensas hay muchas metas financieras personales que queremos lograr, pero muchas de ellas llegan solo a la mitad o ni siquiera las iniciamos, quedándose en el cofre de los objetivos financieros perdidos. Las causas son varias; una mezcla entre emociones y dinero. Desde perder la motivación por tus planes hasta darle más prioridad a gastos que en realidad no son tan importantes, impidiendo el logro de tus metas de ahorro.
¿Pero qué pasaría si tuvieras un plan previamente trazado? Seguro que podrías llegar con menos complicaciones a tus objetivos financieros. Y si lo haces con el método SMART, significa que tu planificación financiera te respalda.
Las metas SMART se construyen a partir de 5 básicos que te permitirán definir mejor tus metas de ahorro.
Sé lo más específico posible con lo quieres lograr; entre más concreto seas al definir tu meta, más fácil te será visualizar los siguientes pasos de tu plan.
Hazte esta pregunta: ¿Qué quiero lograr? Cuando ya te hayas respondido, es momento de que pases al siguiente paso.
Dale voz a tu logro:
- Cómo se llama mi meta.❓
- Cuánto dinero necesito. 💸
- Cuando quiero lograrlo. 📆
Una vez que tengas lo anterior, es importante que tu meta de ahorro sea medible, ya que te dará visibilidad de tu avance y de tus pequeños logros, también te dirá si necesitas hacer ajustes en tus gastos e ingresos.
Por ejemplo, si tu meta la quieres lograr en 12 meses y necesitas 12 mil pesos, esto significa que cada mes tendrás que ahorrar $1,000.
Medir tu meta SMART te hará saber si es alcanzable y realista en relación con lo tienes que ahorrar y el tiempo en que quieres lograrla. Esto te permitirá hacer ajustes en el tiempo y también en la cantidad mensual que tendrás que ahorrar.
Para que tu meta sea alcanzable, utiliza los Cofres de tu Bankaool Móvil así mantendrás tu dinero separado de tus gastos corrientes. Usa recordatorios para que separes tu ahorro mensual o semanal, lo más importante es que seas constante. Recuerda que los objetivos financieros se vuelven reales cuando trabajamos por ellos.
Otra cosa que te ayudará a planificar tu ahorro mensual para tu meta SMART es revisar tu presupuesto y evaluar si puedes permitirte hacer un control de gastos.
Te recomendamos que ajustes tus gastos variables, reduzcas tus gastos hormigas y te animes a generar nuevas fuentes de ingresos. Claro que esas reducciones tienen que ir directamente al ahorro de tu meta financiera.
El tiempo es un factor básico que debes contemplar. Aunque lo hemos considerado desde que definiste tu meta, su importancia radica en que el tiempo también es una forma de medir y hacer que tu objetivo sea alcanzable y realista.
Aprender a delimitar tus gastos
Aunque el método SMART le da mucha estructura al diseño de nuestras metas, es importante entender tu situación actual para conocer tu capacidad de ahorro. Además de comenzar a tomar decisiones sobre tus gastos y acciones sobre tu nivel de ingresos.
Somos conscientes: separar una cantidad fija al mes puede parecer fácil como una receta de 5 pasos, pero ni la receta es tan sencilla como parece.
En el mundo real, todo es más complejo, por lo que a veces desearíamos vivir en el universo de Minecraft. Sin embargo, incluso allí tendríamos dilemas sobre cómo organizar nuestros recursos para convertirnos en maestros de la planificación.
Otro obstáculo al que nos enfrentamos es que vivimos en espacios de consumo, no solo de mercancías, sino también de contenidos que nos dicen que deberíamos tener, desear o necesitar.
Aprender a delimitar tus gastos es un proceso de prueba y error.
Aunque existen muchas técnicas para la administración de nuestras finanzas, lo primero es que sepas qué destino le das a tu dinero. Realiza el registro diario de tus gastos e ingresos, puedes utilizar una hoja de cálculo o alguna aplicación de gestión de gastos.
Cuando hayas cumplido un mes (no pasa nada si fallas uno o dos días), es momento de hacer tu presupuesto. En él vas a categorizar de un lado tus ingresos fijos y variables; del otro gastos fijos y variables. Después vas a sumar los totales y finalmente restarás tus ingresos menos gastos, lo que resulte será tu capacidad de ahorro.
Veamos un ejemplo:
En el ejemplo, la persona tiene un déficit en sus finanzas, ya que sus ingresos totales están por debajo de sus gastos totales. De acuerdo con el método SMART, su meta no sería alcanzable si sus ingresos y gastos siguen igual.
Cuando no somos conscientes de nuestros ingresos y gastos, difícilmente podremos tomar acciones para tener mayor control de ellos.
Los cambios en las finanzas no ocurren de la noche a la mañana y pueden tomar varios meses. Por eso sé perseverante y comienza a asignar montos más bajos a los gastos variables. A la par, es momento que disminuyas el pago de los servicios de streaming, transporte privado y delivery, porque estos pueden ser un hoyo negro en tus finanzas. Finalmente, piensa en tener más de una fuente de ingresos.
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